El pectus excavatum se puede reparar solo mediante cirugía.
El pectus excavatum es un trastorno hereditario que se manifiesta inmediatamente después del nacimiento. El indicador principal de esta condición es una deformidad "abolladura" distinta en el medio del cofre de su gatito. Los gatos no son la única especie que puede tener este problema, ya que los humanos y los perros también pueden sufrirlo.
¿Qué es?
Pectus excavatum es una frase latina que literalmente significa "cofre hundido" o "hueco" pecho." Cuando vea que un gatito padece esta afección, comprenderá exactamente por qué se llama así. La afección ocurre cuando el hueso central del tórax, llamado esternón, y las costillas crecen de forma no natural, creando una hendidura significativa en el pecho del gato. De hecho, puede ser un poco aterrador verlo en persona, pero no necesariamente es tan malo como parece. Los gatos pueden sobrevivir durante meses o años con este tipo de deformidad, aunque sí afecta gravemente su calidad de vida.
Síntomas
La sangría causada por esta deformidad puede provocar una serie de problemas de salud en su gato, por lo que Es importante consultar a un veterinario de inmediato si cree que su gatito padece este defecto genético. Los gatos y los gatitos con pectus excavatum tal vez no quieran o no puedan comer una cantidad sustancial, lo que les hace perder peso y exhiben signos de debilidad corporal. Las enfermedades pulmonares, incluida la neumonía, así como la dificultad para respirar también son síntomas comunes, según The Cat Clinic. Dado que la sangría limita seriamente la cantidad de espacio disponible en la cavidad torácica de su gato, su corazón también puede tener problemas para mantener la circulación regular.
Cirugía correctiva
Mirar a un gatito que padece esta afección puede ser un poco frustrante algunos. Después de todo, parece que los órganos vitales del gato prácticamente bordean su piel. Sin embargo, hay una opción quirúrgica no tan horrible para rectificar el problema. Hay dos tipos de cirugía para tratar el problema, uno requiere la eliminación de los huesos deformados, mientras que el otro intenta "jalar" los huesos a su posición con el tiempo, de acuerdo con Vet Surgery Central. La primera opción requiere que el cirujano quite los huesos doblados y los reemplace con un injerto. Esta cirugía es exigente y más invasiva, pero produce resultados más rápidos. Alternativamente, el veterinario puede dejar los huesos en su lugar y unir un yeso sólido a la piel por encima del esternón con suturas. El yeso está moldeado en la forma deseada del cofre de tu gato, por lo que la presión de las suturas tira lentamente de los huesos hacia su posición. La segunda opción es mucho menos invasiva, pero puede tomar más tiempo para funcionar y requiere atención postoperatoria adicional.
Posibles complicaciones
Al igual que con cualquier cirugía, existe cierto riesgo para su gato durante y después de la operación. Los accidentes durante la cirugía pueden causar una hemorragia interna, la herida puede infectarse o su gato puede tener una reacción adversa o posiblemente mortal a la anestesia. No es agradable pensar en eso, pero siempre debes mantener la cabeza nivelada y considerar todas las posibilidades cuando sometes a un animal a cirugía.
Después de la cirugía de atención
Cuando lleves al gatito a casa después de la cirugía, mantenlo en una ambiente cómodo y libre de estrés. Limite su espacio para evitar movimientos excesivos, que pueden obstaculizar el proceso de curación. Si su gatito tiene un yeso, tendrá que mantenerlo encendido durante un mes o dos según lo ordenado por el veterinario. También deberá darle a su gato dosis regulares de antibióticos según lo recetado para combatir cualquier infección que pueda aparecer.