El atuendo de entrenamiento cómodo y que absorbe la humedad puede ayudar a prevenir el roce de la piel.
Saldrás a correr relajadamente, disfrutando del hermoso clima y el simple sonido de tus pies golpeando el pavimento. Todo parece ir bien con el mundo, hasta que te golpea con una descarga de dolor ardiente cada vez que tus muslos se rozan entre sí o tus gemelos rebotan en tu sostén deportivo mal ajustado. Aunque podría equiparar estas sesiones de frotamiento de piel con exceso de peso, esa suposición no siempre es cierta, ya que el roce puede ser un problema incluso para las mujeres más atléticas y más delgadas.
La respuesta corta
El roce ocurre cuando hay fricción contra la piel. Durante el ejercicio, ciertas áreas de su cuerpo son propensas a frotarse, ya sea contra otras áreas de la piel o su ropa. La sudoración solo empeora el problema, ya que la piel húmeda es más propensa a sufrir daños. A medida que la piel o la tela roza la piel húmeda, la fricción desgasta la capa superior de las células de la piel para revelar un área muy dolorosa, enrojecida y en carne viva. Si la fricción no es fija, la destrucción continúa, y podría llevar a sangrado.
Donde sucede
El roce es común en la parte interna de los muslos, pezones, debajo de los brazos y alrededor de la banda de su sostén deportivo. Sin embargo, estas no son las únicas ubicaciones en las que se pueden producir rozaduras. Si eres un bebé que anda en bicicleta, es posible que te molestes a lo largo de tu trasero donde el asiento de la bicicleta se encuentra con tu asiento. Si disfrutas de las carreras de larga distancia, tu piel puede irritarse cuando tus calcetines o tus zapatos golpean tus tobillos.
Pare el chafe
Aunque es común, el roce ciertamente no es inevitable. De hecho, seguir solo unos pocos consejos simples debería reducir en gran medida el riesgo de rozaduras. Use ropa de entrenamiento que se ajuste perfectamente al cuerpo. Si no te sientes cómodo al ir al gimnasio en spandex, al menos asegúrate de que las costuras de tu ropa sean suaves y que la tela no se frote contra tu piel mientras te mueves. Obtendrás puntos adicionales contra el roce si tu atuendo de entrenamiento está hecho de telas que absorben la humedad, lo que elimina el sudor y la humedad de tu piel. Aplique vaselina o lubricante para el cuerpo en sus piezas propensas a las rozaduras. Si no te gusta la sensación del lubricante, también puedes usar talco, almidón de maíz o almidón de patata para mantener la piel seca.
Aliviar el dolor
Aunque no es una emergencia médica, la piel irritada a menudo se siente tan dolorosa como una lesión más grave. Pero desafortunadamente, solo el tiempo sanará tu herida de entrenamiento. Limpie el área con agua tibia y jabón antibacterial. Aplique una capa delgada de crema antibiótica y cúbrala con una gasa suelta, que permite que la zona respire, al mismo tiempo que la protege de los gérmenes. Las compresas frías pueden ayudar a aliviar el dolor; solo asegúrese de que haya una toalla o paño fino entre la compresa y su piel.