¿Labradoodles Bark At All?

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Un Labradoodle es amigable y le gusta el compañerismo.

Los dueños de Labradoodle se sienten atraídos por la raza debido a su abrigo, temperamento e inteligencia esponjosos y no desprendibles. Eso no significa que esta raza amiga no tenga ladrido. Los Labradoodles tienen rasgos del labrador retriever y el poodle y, cuando son provocados, tienen una corteza alta y baja que indica todo, desde el aburrimiento hasta la ansiedad.

Desarrollo y ladridos

Un Labradoodle generalmente no ladra antes de las 3 semanas . De 3 a 6 semanas, intentará aullar o ladrar mientras lucha y juega con sus hermanos. El cachorro también es gruñido o ladrado por su madre, que está disciplinando y mostrando a su cachorro donde se encuentra en el paquete. De alrededor de 6 a 14 meses, el Labradoodle puede ladrar a los extraños porque teme a nuevas situaciones y personas. No es hasta la edad adulta, de aproximadamente 1 a 4 años, que Labradoodle es asertivo y seguro. Los visitantes en la puerta o un extraño que se acerca durante una caminata pueden provocar ladridos simplemente porque Labradoodle cree que debería defender su territorio.

Barking excesivo

Un Labradoodle que ladra durante largos periodos a otros perros y ruidos del vecindario. o quien no se consuela fácilmente después de que llega un visitante, necesita intervención. De acuerdo con CPDT-KA Jenn Merritt, un entrenador de perros con sede en Carolina del Norte, el Labradoodle puede ladrar en exceso si no se satisfacen sus necesidades de estilo de vida. Debido a que Labradoodle tiene mucha energía, es probable que ladre cuando se siente ansioso, estresado o estimulado por algo que no debería ser simplemente porque está aburrido.

Entrenamiento y ladridos

Un Labradoodle tiene inteligencia aguda y, por lo tanto, necesita seguir aprendiendo lo que le han enseñado. Es necesario reforzar las reglas sobre el ladrido cada vez que Labradoodle exhibe ladridos excesivos. Merritt aconseja a los propietarios que jueguen con la necesidad de Doodle de sentirse útiles. "Ordene a un Labradoodle que busque un juguete cuando los visitantes lleguen a la puerta, lo que redirigirá sus ladridos hacia algo positivo", dice. También recomienda dirigir al perro a una estera y decirle que se quede quieto. Esto le enseña que el ladrido es importante, pero que el dueño tiene el control.

Socializar y comunicarse

Un Labradoodle depende de otros perros y personas para satisfacer sus necesidades sociales. Su constante necesidad de estimulación emocional y física se llena jugando con otros perros y obedeciendo a su dueño. Este estímulo puede ser en forma de largas caminatas, visitas al parque para perros y fechas para jugar al perrito. Cuando él no entiende esto, puede comenzar a ladrar por atención. Un Labradoodle también puede ladrar para señalar un peligro para el propietario o porque quiere que el dueño sepa algo, como por ejemplo, tener que dejarlo afuera para orinar.