
Su sistema inmunológico está formado por células, tejidos y órganos que trabajan en conjunto para proteger su cuerpo de infecciones y sustancias extrañas. Si su sistema inmunológico está comprometido o debilitado, su cuerpo se vuelve más vulnerable a los patógenos y otras toxinas. Para que su sistema inmunológico funcione de la mejor manera, debe asegurarse de que su dieta incluya alimentos diversos y nutritivos.
Champiñones
Las setas contienen riboflavina, niacina, selenio y antioxidantes, sustancias que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. Un estudio con un modelo animal realizado por los inmunólogos nutricionales Simin Meydani y Dayong Wu en la Universidad de Tufts mostró que los champiñones blancos aumentaban la actividad de las células asesinas naturales, uno de los componentes más importantes del sistema inmunológico. Los champiñones blancos parecían estimular la función inmunológica al aumentar la producción de proteínas antivirales que las células liberan cuando protegen y reparan los tejidos.
Arandanos
Puede mantener su sistema inmunológico acelerado agregando un puñado de arándanos a la harina de avena o al cereal de desayuno. Los arándanos contienen antioxidantes que refuerzan su capacidad para combatir infecciones y enfermedades. También proporcionan vitamina C, un nutriente clave que estimula el sistema inmunológico. La vitamina C puede ayudar a protegerse contra los ataques de los radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar su cuerpo.
Brócoli
Si eres fanático de las verduras, agrega brócoli a tu menú para mejorar los mecanismos de defensa naturales de tu cuerpo. El brócoli contiene un compuesto químico llamado diindolilmetano, o DIM, que aumenta su resistencia a las infecciones y ciertas enfermedades. Además, DIM aumenta la cantidad de glóbulos blancos o linfocitos que protegen su cuerpo contra sustancias y enfermedades extrañas.
Germen de trigo
El germen de trigo contiene zinc, antioxidantes y vitamina B que brindan propiedades que mejoran el sistema inmunológico. El zinc, un elemento traza, ayuda a mantener la integridad de su sistema inmunológico. La deficiencia de zinc puede tener un efecto negativo en el crecimiento y la función de sus células inmunitarias. Sin embargo, tenga en cuenta que demasiado zinc puede inhibir su función inmunológica.
Té Verde
Beber té verde puede ayudar a construir la resistencia de tu cuerpo. El té verde contiene polifenoles, antioxidantes que combaten los radicales libres. El Centro Médico de la Universidad de Maryland señala que los estudios clínicos basados en la población sugieren que el té verde podría ofrecer cierta protección contra el cáncer. Además, establece que los miligramos 250 a 500 de té verde diariamente pueden mejorar las actividades inmunitarias, anticancerígenas y antioxidantes.
Ajo
El ajo es más que una adición sabrosa a sus platos favoritos; También ayuda a mejorar el rendimiento de su sistema inmunológico. Al incorporar el ajo en sus comidas, puede promover la salud del corazón y mantener niveles constantes de antioxidantes en su cuerpo. Además, la ingesta de ajo puede ayudar a mantener una presión arterial saludable.
Frutas rojas, amarillas y naranjas
Las frutas de colores vibrantes están llenas de nutrientes que estimulan el sistema inmunológico. Las frutas rojas, amarillas y anaranjadas, por ejemplo, proporcionan vitaminas A y C, potasio y antioxidantes. Según Cassie Vanderwall, consultora de nutrición del Centro Médico de la Universidad Rush, comer alimentos ricos en antioxidantes ayuda a acelerar el sistema inmunológico, proteger las células sanguíneas del daño de los radicales libres y promover el crecimiento de células sanas. Elija frutas de diferentes colores, como fresas, melocotones, calabaza y piña, para recargar su sistema inmunológico e iluminar su plato.
Pez
Las grasas omega-3 que se encuentran comúnmente en los peces ayudan a mantener las defensas al combatir la inflamación. Los alimentos que contienen estas grasas saludables ayudan a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como la artritis, el cáncer y las enfermedades del corazón, señala el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Los pescados con cantidades adecuadas de ácidos grasos omega-3 incluyen trucha, caballa, atún, salmón, arenque y sardinas.
Yogur
El yogur contiene probióticos que ayudan a mantener el equilibrio de los organismos en su intestino. Un estudio publicado en la edición de mayo de 2012 de "El Diario de la Asociación Médica Americana" encontró que comer yogur durante un ciclo de antibióticos puede ayudar a prevenir la diarrea, un efecto secundario común de la terapia con antibióticos. Los antibióticos eliminan las bacterias malas pero también matan a las bacterias beneficiosas, lo que lo deja vulnerable. El yogur puede restablecer el equilibrio en su sistema digestivo.
Ginger
El jengibre promueve la sudoración, lo que elimina las toxinas de su cuerpo. También ayuda a combatir las náuseas, ayuda a expulsar la mucosidad de los pulmones, combate los escalofríos y activa el sistema inmunológico, dice Jen Green, un médico naturópata con licencia en Beaumont Integrative Medicine. Bebe una taza de té de jengibre para recibir los beneficios.




