Sigue cavando hasta que tengas toda la historia.
La gente confía en los cuerpos ocupados profesionales para mantenerse al día con lo que sucede a su alrededor. Cuando esos entrometidos profesionales son escritores y también les gusta decirle a otras personas lo que descubren, se les llama periodistas y generalmente encuentran trabajo en los periódicos y otros medios de comunicación. Son reporteros que mantienen al público informado sobre diversos temas. Algunos periodistas tienen un "ritmo" o área de especialización que cubren, mientras que otros escribirán sobre cualquier cosa de interés periodístico. Aunque las áreas de interés y los estilos de escritura pueden diferir, los periodistas comparten una serie de características únicas.
Comunicadores eficaces
Los periodistas son comunicadores efectivos. Saben hablar y escuchar. Cuando intentan llegar al fondo de una historia, hacen las preguntas correctas y luego esperan y escuchan las respuestas que buscan. Una vez que obtienen el detalle de sus fuentes, necesitan elaborar sus historias con palabras que sus lectores o lectores puedan entender. Tienen la responsabilidad de aclarar la historia a través de sus palabras e imágenes. Los periodistas suelen amar el lenguaje y usar ese amor por la palabra escrita para hacer que sus palabras sean interesantes y significativas para su audiencia.
Persistente
Como un gato con una cuerda suelta, los periodistas son persistentes y decididos. Creen que es su deber, su obligación, seguir adelante hasta que descubran la verdad abiertamente. Una vez que huelen una historia, generalmente no se detienen hasta que descubren todo lo que hay que saber sobre el tema. No les gusta que los ataquen y disfrutan del hecho de que ser periodista les da derecho a hurgar entre personas y lugares que otros no pensarían en andar por ahí. Los periodistas pueden obtener una reputación de ser agresivos y agresivos, pero sin esta característica natural muy básica de la persistencia, se detendrían en el primer obstáculo y rara vez buscarían la verdadera historia.
Imparcial
Los periodistas no son escritores de opinión. De hecho, es imperativo que los periodistas responsables mantengan sus propias opiniones fuera de sus historias. Deben poder dejar de lado sus sentimientos y creencias para registrar los eventos reales a medida que ocurren y para dar a cada problema un trato justo. Los periodistas no son peones de relaciones públicas y no proporcionan cobertura de noticias solo porque un anunciante importante lo solicite, por ejemplo. Según el Pew Research Center, la prioridad principal de los periodistas es siempre decir la verdad.
Alertar
Al mismo tiempo, los periodistas suelen estar alertas y organizados en su forma de pensar. Incluso antes de que comiencen a tirar de esa cuerda para descubrir qué hay en el otro extremo, a menudo pueden ver el camino y predecir el camino que tomará. Una vez que comienzan con una historia, los periodistas deben poder navegar claramente al siguiente paso y obtener una verificación de sus hechos mientras siguen las pistas a medida que salen a la luz. Revisan sus hechos y no confían en nadie sin verificación. Este estado de alerta y la capacidad cognitiva de organización hacen que los periodistas sean perros guardianes ideales para que el público se mantenga informado.