Permitir que los estudiantes discutan su enojo puede mejorar rápidamente su estado de ánimo.
En algún momento de su carrera como profesor, es probable que tenga problemas con al menos uno de sus alumnos, sin importar con qué grupo de edad trabaje. Si un estudiante está enojado con usted por un grado que le dio o con otro estudiante después de un desacuerdo en el patio de recreo, es esencial que sepa cómo difundir la situación de manera adecuada. Tratar con estudiantes enojados puede ser un desafío, pero hay varias maneras en que puedes hacerlo más fácil para ti.
Darles espacio
Es normal que los niños y adolescentes inicialmente se sientan tan abrumados por su ira que no puedan racionalizar su comportamiento o mirar el panorama general. Este es el resultado de los muchos cambios físicos que causa la ira en el cuerpo, incluido el aumento del ritmo cardíaco, la presión arterial elevada y la liberación de hormonas. Los estudiantes pueden atacar instintivamente física o verbalmente, solo para lamentar sus acciones unos momentos después. Tan pronto como note que un estudiante se está volviendo hostil, ofrézcale la oportunidad de refrescarse en un espacio tranquilo por unos minutos. Si está peleando con otro estudiante, sepárelos inmediatamente y déles a cada uno su propio lugar para sentarse. Permitir que los estudiantes reflexionen en silencio sobre su enojo puede ayudarlos a darse cuenta de que reaccionaron de forma exagerada y, una vez que se hayan calmado, será más fácil para usted conversar sobre la situación con ellos.
Hablarlo
La ira es a menudo una emoción secundaria que enmascara un problema mayor que se esconde debajo de la superficie. Los estudiantes pueden actuar enojados cuando realmente se sienten inseguros, deprimidos, asustados, rechazados o incluso aburridos. Una vez que un estudiante se haya calmado lo suficiente como para discutir la situación con usted, ofrézcale la oportunidad de explicar completamente su lado de la historia. Podría revelar que está pasando por mucho estrés en su casa, o que está frustrado porque trabajó muy duro en la tarea que falló. Después de haber identificado las emociones reales que causaron el arrebato, discuta con calma las posibles soluciones. Sea proactivo y dispuesto a intercambiar ideas juntos. Escuche sus ideas y ofrezca algunas de las suyas. Concéntrese en lo que puede hacer para ayudarlo en lugar de lo que no puede hacer. Por ejemplo, es posible que no esté dispuesto a cambiar su calificación, pero puede ofrecerle la posibilidad de volver a realizar la prueba o completar una asignación de crédito adicional.
Organizar una reunión
En algunos casos, no podrá lidiar con la ira de un estudiante por su cuenta. Si un estudiante rompió una regla importante o se negó a cooperar cuando usted trató de calmarla, es posible que deba enviarla a una autoridad superior para que la disciplina. Si reveló que está deprimida, ansiosa o que se siente incapaz de controlar su enojo, podría ser mejor remitirla al consejero o psicólogo de la escuela, quien podrá abordar mejor sus problemas. También es posible que sientas la necesidad de contactar a sus padres para informarles lo sucedido, para que puedan reforzar su disciplina o ayudarla a lidiar con sus emociones fuera de la escuela.
Consejos y consideraciones
Cuando se trata de un estudiante enojado, es esencial que permanezca calmado y profesional, sin importar cuánto ponga su paciencia a prueba. Es fácil permitirse alimentar su ira, pero esto solo empeorará la situación. No amenace ni intimide al estudiante, ya que esto podría hacer que se enoje más y se vuelva combativo. Habla con autoridad, pero también transmite tu compasión y simpatía. Si el estudiante está abierto a hablar y encontrar una solución, use su conversación como una oportunidad para ayudarlo a aprender técnicas de afrontamiento adecuadas y desarrollar sus habilidades para resolver problemas. Si en algún momento te preocupa que un estudiante represente una amenaza física para ti, pide ayuda de inmediato.